España 2021
Dos mil setecientos lobos corren libres en la península ibérica en 297 manadas diseminadas principalmente por las cuatro regiones que albergan el 98% de los ejemplares de país: Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León.
Durante las tres últimas décadas, el número de especímenes según el gobierno central, apenas han aumentado en España. Sin embargo, en Cantabria, se estima que el lobo está presente en más del 65% de su territorio (3500 km²) y que su población se ha quintuplicado siguiendo un claro proceso de expansión geográfica.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha informado que a partir del 25 de septiembre, el lobo ibérico (Canis lupus signatus) que antes del año 2000 era considerado una alimaña, será incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), lo que supone que este cánido no podrá ser cazado en el territorio nacional reactivando así un conflicto que parece no tener fin.
Mientras esta batalla de cifras e intereses políticos se suceden en los despachos, el incremento de los ataques de lobo tiene en vilo a una gente del campo que se siente indefensa y abandonada, ante unas hostilidades que se recrudecen, desatando una nueva guerra civil en la montaña. A la mayoría de ganaderos ya no les compensa tanta ansiedad. Tienen cada noche que subir al monte a vigilar y proteger a su ganado, durmiendo incluso en sus vehículos o en alguna de las precarias cabañas repartidas por las cumbres.
Tampoco les resulta ya tanta pérdida. Son muchas las mañanas que deben regresar a contar las víctimas ocasionadas en la última escaramuza. Tardando en cobrar las indemnizaciones entre 6 y 9 meses (en algunos casos incluso más) y solo por los animales recuperados y censados. El animal que no parece, no se cobra.
Esta incertidumbre económica está dando paso a una inseguridad mucho más complicada de vencer: la mental. La desilusión, la angustia y el estrés, están aflorando en un mundo en el que las preocupaciones del día a día eran otras. Todo ello está conformando un cóctel demasiado peligroso en el que parece que solo albergan una certeza: El lobo cada vez se acerca más a los núcleos poblados y sus ataques rondan ya (el 85% de los “daños” a menos de 100 metros de las viviendas) los patios de sus casas. Denuncian que 15.000 cabezas de ganado son asesinadas en la península cada año (720 ataques censados según el gobierno autonómico con más de 2000 víctimas recuperadas sólo en Cantabria), por lo que demandan un control de la población que evite la muerte indiscriminada de sus rebaños.
Las organizaciones conservacionistas aseguran que es primordial su salvaguarda para mantener la buena salud del ecosistema y proponen que se agilicen las en muchos casos escasas subvenciones por res asesinada, para intentar paliar de alguna manera el impacto económico a las familias de la montaña. Los ganaderos responden al unísono argumentando que ellos son los verdaderos benefactores del “pardo” ya que son los que le dan de comer cada día.
Entre tanto, los gobiernos autonómicos y central se enfrascan en una contienda de terribles consecuencias en el que las víctimas, lamentablemente, parece que seguirán siendo las mismas de siempre.
Nunca estuvieron tan cerca el hombre y el lobo en la cordillera cantábrica. Y al mismo tiempo, nunca tan lejos…
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África 2020
El fútbol no es un privilegio, es un derecho. Según acreditó la Convención sobre los Derechos del Niño, el fútbol es un lenguaje universal de millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, niñas y adolescentes, independientemente de su lugar de origen, idioma que hablen o religión a la que pertenezcan.
En el corazón de Togo existe un pequeño centro para niños con discapacidades severas que les proporciona atención especializada para mejorar su calidad de vida. En África, los niños con discapacidad corren un alto riesgo de sufrir abusos físicos, emocionales y sexuales, así como de ser abandonados por sus familias. Existe la percepción de que las discapacidades se deben a un castigo divino. Estos menores (conocidos como «serpientes», ya que yacen en el suelo) son considerados «demonios» y son ahogados en el río en rituales «para que la serpiente se vaya».
En el Centro Saint Louis Orione de Bombouaka, todo se trata de fútbol. Todos son Messi y CR7. Todo es Madrid contra Barça… Gritando felizmente, corriendo libre… encantador compromiso. El fútbol es el deporte más popular en el planeta. Más que un juego, es un estilo de vida. Cada vez son más los niños que sueñan con convertirse en el nuevo astro del ‘deporte rey’ en busca de su próximo gol…
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África 2020
El nivel del mar en la costa de Togo y otros países de África occidental sigue aumentando y engullendo todo lo que encuentra a su paso. Casas, cultivos, carreteras, árboles, escuelas, puestos de trabajo, recursos… vidas.
Sin embargo, la ribera de este pequeño país del Golfo de Guinea no es más que un mero eslabón dentro del inmenso problema que afecta a más de 8.000 kilómetros de costa en 13 países de África Occidental. Castigado por el calentamiento global, el ascenso del nivel del mar está obligando al lecho oceánico a reajustarse retirando sedimentos de la costa y arrastrándolos lejos de la orilla. Esto provoca una erosión marina capaz de devorar docenas de metros de tierra firme al año.
Miles de personas ya han tenido que abandonar sus hogares y ven como sus hijos han quedado huérfanos de morada y se ven obligados a emigrar hacia el interior para evitar una muerte segura. Muchos miles más, aguardan su inexorable futuro… Esa próxima marea creciente que se lo lleve todo.
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Ucrania 2020
El pasado mes de abril de 2020 se cumplieron seis años de la guerra fratricida que desangra Ucrania entre los leales a Kiev y los separatistas prorrusos. Seis años sumidos en un olvidado y estancado conflicto que ha cobrado la vida de más de 14.000 ucranianos, ocasionando que casi dos millones de personas hayan tenido que abandonar sus hogares.
Cicatrices. Por todas partes. En el cuerpo y el alma. Demasiadas cicatrices… Pesadillas. Dolor. Trastorno de estrés post-traumático, recuerdos… olvido.
En el Hospital Regional de Veteranos de Guerra de Rivne, algunos de los más de 25.000 heridos en la contienda intentan sanar sus heridas en una nueva guerra diaria en la que seguirán luchando el resto de sus vidas…
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África 2018-2019
En los últimos años Burkina Faso, uno de los países más pobres del mundo y que fuera de los más seguros de África Occidental, ha sido blanco de más de 300 ataques de grupos islamistas radicales vinculados al Dáesh. Entre los objetivos militares de los integristas (comenzaron a realizar operaciones en el país después de haberse roto los acuerdos con el ex presidente Blaise Compaoré -derrocado en 2014 tras 27 años de férrea dictadura- quien les brindaba apoyo a cambio de no realizar acciones violentas en Burkina) se encontraban oficinas gubernamentales y miembros del ejército y la policía.
La educación en francés (idioma oficial) y sus profesores, se han vuelto el centro de los ataques que ha obligado a cerrar más de mil escuelas, dejado sin clases a más de 150000 niños en el último año y ha hecho abandonar su trabajo y buscar refugio al 60% de sus docentes…
La amenaza yihadista es clara: Enseñar el Corán o morir.
Los niños tienen miedo. Ya no van al colegio. Temen un ataque que los mate y han comenzado a estudiar en sus hogares. Improvisadas pizarras, regimientos de niños que aprenden unos de otros (los más grandes enseñan a los más pequeños)… vorágine de resistencia creativa y cultural.
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Ucrania 2019
La guerra en el Donbass no cesa. El conflicto armado sigue derramando sangre en el este de Ucrania entre los leales a Kiev y los separatistas prorrusos. Enquistado, abandonado, anónimo… Cinco años sumidos en una infinita guerra de trincheras que ha cobrado la vida de más de diez mil personas…
En la línea del frente continúan los enfrentamientos mientras en esta tierra de nadie, en medio del fuego cruzado entre los dos ejércitos, intentan sobrevivir anclados en un permanente olvido, las verdaderas víctimas de este caos fratricida… Ancianos que no tienen donde ir y que siguen llamando “hogar” a esa pequeña y destrozada porción de terreno…
ver web exclusiva The Forgotten War
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Ucrania 2019
En la madrugada del 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la planta nuclear en Chernobyl, explotó liberando a la atmósfera varios cientos de veces más radiación que las bombas de Hiroshima y Nagasaki, causando el accidente nuclear más grande de la historia del planeta. El incidente envenenó cientos de miles de hectáreas en Ucrania, Bielorrusia y Rusia, obligando a más de cuatrocientas mil personas a abandonar de forma apresurada sus hogares.
Hoy en día, tres décadas después del obligado exilio de “La Zona”, el frio silencio, la vegetación y los animales salvajes se han vuelto los únicos dueños del desolado y yermo paraje.
Solamente un reducido grupo de personas, los Samosely, continúan viviendo anónimas y olvidadas por el resto del mundo, en este limbo post-apocalíptico anclado en el tiempo…
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África 2014-2018
Calor, sol, enfermedad… más sol, más calor… cuerpos deambulando por la sabana en busca de alimento, de cobijo… supervivencia…
Silencio.
Muchos niños. La mayoría abandonados, con severas y profundas discapacidades físicas o intelectuales. Tumbados, en el suelo. En el centro Saint Louis Orione de Bombouaka. En Togo. En África. Un hogar extrañamente silencioso que les proporciona atención especializada y personalizada para tratar de mejorar su calidad de vida.
Los niños con discapacidad (especialmente las niñas) corren un alto riesgo de sufrir abusos físicos, emocionales y sexuales, así como de ser abandonados por sus familias. Hay una percepción por parte de sus comunidades de que las discapacidades se deben a un castigo divino, fruto de los pecados cometidos por los padres, de un acto del diablo, o a que el niño es un hechicero. Los menores que sufren alguna discapacidad son considerados «sobrenaturales», «extraños» o «demonios». En algunas zonas del país a los pequeños con parálisis cerebral se les conoce como “serpientes”, ya que yacen en el suelo. Estos pequeños son ahogados en el río en rituales “para que la serpiente se marche”.
ver web exclusiva The Curse of Snake Kids
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África 2017-2018
Calor insoportable, enfermedad perenne, deslizamientos de tierra… muerte.
En las afueras de Uagadugú, en uno de los muchos suburbios de la capital burkinabé, se encuentra la cantera de Pissy, una excavación a cielo abierto en la que trabajan más de 1500 personas, principalmente mujeres y niños. Es la última esperanza de trabajar para los más pobres de la ciudad, los que no tienen otra opción.
Cuatro céntimos de euro (50 FCFA) por cada cuenco de piedra transportada o triturada es una demasiado dura condena para los trabajadores de este submundo increíblemente inhóspito de África, en el que el calor insoportable (cada día más de 40 grados centígrados) hace casi imposible trabajar en el lugar, con unas condiciones mínimas de seguridad e higiene, lo que hace que sea el asentamiento ideal para la proliferación de enfermedades respiratorias y cutáneas entre sus habitantes. Siete días a la semana. Sin descanso. Sin fin…
Burkina Faso, con una población de alrededor de 18 millones de habitantes, sigue estando entre los países más pobres del mundo. La mitad de la población sobrevive con menos de 1 dólar al día; entre ellos, dos de cada cinco niños están malnutridos y no van a la escuela; y donde los indicadores de bienestar social siguen estando por debajo de los promedios subsaharianos, lo que sitúa al país en el último lugar del índice de desarrollo humano (IDH) del planeta.
ver web exclusiva The Forgotten Souls of Death Quarry
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Burkina Faso 2017
Hace aproximadamente dos décadas, en Burkina Faso -como consecuencia de la falta de seguridad, la corrupción de las fuerzas de seguridad y la facilidad de soborno de las autoridades judiciales-, comenzaron a aparecer grupos armados de autodefensa creados principalmente para luchar contra el robo, los ladrones y los asaltos a mano armada. Estas milicias, conocidas popularmente en lengua Mossi como «Koglweogo» (los Defensores de la Naturaleza) se han convertido en ley y ocupan el terreno donde las fuerzas policiales y militares están ausentes dentro de un sistema completamente corrupto.
Ataviados con sus uniformes tradicionales y sus armas de siglos pasados, estos combatientes son famosos por sus métodos poco ortodoxos de interrogatorio y castigo. Los sospechosos son amarrados a un tronco de árbol y azotados sin piedad con látigos empapados en pimienta hasta que confiesan. De no ser así, pasarán encadenados por los pies en un pequeño calabozo a más de 43 grados de temperatura hasta su juicio y tengan dinero suficiente para devolver a sus víctimas lo sustraído.
Los integrantes del Koglweogo (muy respetados por la comunidad que puede dormir más tranquila ante un notable descenso de la criminalidad) se jactan de unos resultados contundentes: un 0% de reincidencia entre sus detenidos. «Trabajamos para los pobres y por eso nos aman y sostienen» ya que este cuerpo paramilitar está conformado por voluntarios que no cobran por sus servicios.
Los cuarenta combatientes del Koglweogo de Goudrin que vigilan y cuidan de los más de 53.000 habitantes de este barrio marginal de las afuera de Ouagadougou lo tienen muy claro: «A los que no les gusta el Koglweogo es porque son verdaderos ladrones».
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Togo 2016
Miles de traficantes de gasolina ilegal atraviesan la frontera entre Benín y Togo cada día ante la permisividad (previo pago de soborno) de las fuerzas del orden de ambos países. Los habitantes de estas zonas fronterizas dependen exclusivamente “de lo que viene del mar”. Haciendo de este comercio ilícito la segunda actividad económica después del moto taxi. Se estima que más de 200 millones de litros de gasolina fraudulenta entran cada año de forma ilegal en el país.
Se estima que cerca de 150.000 barriles de petróleo son saqueados en Nigeria cada día para alimentar el tráfico ilícito de Togo y Benín. En la lengua local a esta gasolina se la conoce como “Boudè” (gasolina sucia) porque no ha pasado los filtros de las gasolineras y su transporte se realiza en bidones de cualquier tipo. Esto afecta directamente a los motores pero, sobre todo, provoca un aumento de la polución que expulsa cada uno de estos vehículos. Las autoridades intentan en vano, tomar medidas para detener este comercio ilegal de gasolina que continúa con fuerza y consecuencias devastadoras: incendios, víctimas mortales, corrupción en las fuerzas de seguridad, pérdidas en la economía nacional, contaminación del medio ambiente, etc…
Escondidos tras toda la inmensa red de pequeños traficantes, intermediarios, vendedores y empleados, se encuentran los contrabandistas a gran escala. Los verdaderos beneficiados de esta empresa clandestina: Políticos, oficiales del Gobierno y el Ejército que son los que realmente “gerencian” este lucrativo negocio, en el que se manejan unas cifras espeluznantes.
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Honduras 2013-2015
Muerte… en todas partes…
Honduras tiene el dudoso honor de ser el país más violento del mundo en los últimos años (del 2010 al 2016), teniendo la tasa de homicidios per cápita más alta del planeta: 600 homicidios en un mes, 20 muertes en un día, más de 7000 en un año… según un reciente informe de la ONU que sitúa a Honduras como el país más peligroso del planeta con la tasa de homicidios más alta per cápita, por delante de El Salvador, México y Costa de Marfil.
Muerte y más muerte… en todas partes… Ejecutados, asesinados, desmembrados… La sangre no importa. Convive con la vida cotidiana de sus habitantes.
La ley no se aplica. Los derechos humanos no se respetan. Gobiernos corruptos, «narcos», traficantes, pandillas, drogas… un cóctel demasiado explosivo. Dieciséis muertos al día, trescientos sesenta y cinco días al año… mal promedio.
Muchos muertos. Demasiados… Pero la vida continúa. Con el infinito coraje de su gente que lucha diariamente por su vida en medio de la barbarie.
ver web exclusiva Streets of Blood
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Burkina Faso 2014-2015
Les Sorcières… las brujas… las devoradoras de almas…
…en Burkina Faso. En medio de la sabana profunda. Lejos de todo. Cerca de nada…
Todavía hoy, en la cultura tribal de los Mossi, muchas mujeres son acusadas de “bruja” por sus vecinos, sencillamente por creer que son las culpables de alguna desgracia que acontece en la aldea. Sin sentido. Culpadas por desconocimiento, por tener alguna discapacidad, por superstición, o simple venganza…
Las llegan a buscar a sus casas… con sed de sangre… con ansias de matarlas… en medio de la sabana. Muchas mueren a manos de sus familias, otras se suicidan antes de ser protagonistas de una orgia de maldad, sufrimiento y sangre. Las más afortunadas consiguen escapar de la “justicia” social y de su nada prometedor futuro. A hurtadillas… furtivas… desahuciadas, destruidas, malditas… solas.
África en estado puro… en mayúsculas. El África de verdad. Duro, áspero. El que duele y raspa la tráquea al tragar… el del dolor, el desconsuelo y la desazón. El África olvidado. El de la superstición, los hechiceros y la tradición… el de las “brujas”…
… y hasta acá llegan, si es que tienen suerte. Al poblado de las “brujas”… Hacinadas. Durmiendo y comiendo -gracias a la caridad de algún corazón bondadoso- en el suelo. Con sus pocas pertenencias amontonadas a sus pies. Enfermas, ancianas, olvidadas, analfabetas, exiliadas, malditas… solas.
Hay veces en la vida, en las que uno se queda sin palabras… Imposible de contar, de resumir… de entender… África…
Les Sorcières… las brujas… las devoradoras de almas…
Cuerpos maltrechos deambulando entre las sombras, esquivos… arrastrándose por el sucio suelo. Hambre… enfermedad… más hambre. Olvido. Ciegas, muchas de ellas… anónimas… demasiados años separadas de la sociedad, de golpe… por obligación. Pesadillas durante la noche pueblan sus días. También de día… día tras día. Cada día. Todos los días… el tempo del tiempo adquiere aquí un nuevo significado. Semanas, meses, años… siempre diferentes… siempre el mismo. Sin presente ni pasado… sin destino cierto… sin futuro…
África. Sol. Calor. Sombras y más sombras… Hambre. Enfermedad. Olvido…
Otro infierno para mujeres. Siempre mujeres, siempre malditas…
…siempre solas.
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Burkina Faso, 2012-14 (Video Multimedia 2019)
Y ahí estaba, en medio de la ausencia en forma de sabana. Escondido entre ásperas rocas, entre hierbajos y famélicos árboles diseminados por la calurosa planicie. Bajo un inclemente sol que martillaba los sentidos. Sin descanso, sin piedad. A millones de años luz de la seguridad y comodidad conocida. En África, siempre en África. Siempre a lo lejos, siempre en medio de la nada.
El hoyo, “le trou”.
Deambular de cuerpos maltrechos por la necesidad. Fornidos, sudorosos, hambrientos. Hombres, mujeres, niños. Muchos niños. Demasiados. Allá en la dura e inhóspita nada del desconsuelo.
Hay lugares en éste, a veces, precioso planeta en el que vivimos en el que la lucha por la supervivencia se torna, simplemente, demasiado dura y carente de sentido. El hoyo. Deambular frenético de cuerpos, entrando y saliendo de las profundidades. Sin descanso. De día y de noche. Eterno. Sin fin. Calor, piedras y más piedras. Horas y más horas. Toneladas de tierra roja saliendo sin descanso de las entrañas de la tierra. El sonido de improvisados morteros invadía el ambiente, sin pausa. Blimmmm blimmm blimmm… Piedras y más piedras. Golpes y más golpes. Blimmm blimmm blimmm… Sol. Calor. Hoyos y más hoyos. Tierra y más tierra. Roja, como la sangre. Blimmm blimmm blimmm…
Sanna´m. “El oro” en lengua mòoré de la tribu mossi.
Sanna´m. Es muy difícil describir lo que supone para los habitantes del hoyo, el significado de esa hasta entonces para mi desconocida palabra. Vida, comida, comodidad, hambre, sudor, lágrimas… muerte. Todo por un puñado de polvo dorado con el que alimentar a la familia. Sacado con mucho sudor dentro de los raídos bolsillos de los gladiadores de las cavernas. Trepando, descalzos, por los angostos pasadizos de un inframundo a punto de sucumbir. Desde cientos de metros de profundidad. Jugando y apostando con la muerte en forma de derrumbe. Horas y más horas de trabajo en el abismo carente de aire puro, de luz, de seguridad. Atiborrados de “04” o “bleu-bleu”, una demoledora y barata (siete céntimos de euro) droga mezcla de cocaína y vete a saber cuántas cosas más, llegada de la cercana Nigeria y que otorga poder sin fin a quienes la consumen. Energía para trabajar ocho horas sin descanso en simas de más de cien metros. Sin comer. Casi sin beber. Sólo fumando y golpeando la pared del fondo del hoyo. Con las pupilas dilatadas a punto de explotar y los ojos fijos sobre el esquivo brillo de un pedazo de piedra. Hora tras hora. Día tras día. Sin fin.
Blimmm blimmm blimmm…
Martilleo constante. En busca de preciados granitos color dorado. Ascensión de los infiernos. Una y otra vez. Martilleo constante. Sudor. Hambre. Tos perenne. Enfermedad. Ausencia, dolor… muerte.
Sanna´m.
El oro.
Allá en alguna parte de la dura e inhóspita llanura plena de rocas…
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Nicaragua 2014
En la comunidad indígena de Pacayita (Masaya, Nicaragua) existe una escuela de boxeo para niños y jóvenes creada por el campeón nacional amateur de boxeo Marco Cano y su padre José Cano en su modesta casita de suelo de tierra. Una escuelita muy humilde y limitada en cuanto a infraestructura pero con una gran dosis de pasión, duro trabajo y amor al deporte que pretende ser una alternativa real para los jóvenes de la zona ante los problemas de las pandillas y las drogas.
Golpes… para salir de la pobreza.
Golpes para educar el alma.
Golpes… para combatir el hambre.
Golpes… para escapar de las drogas, las pandillas, la corrupción y el desconsuelo.
Golpes y más golpes. Entrenar y más entrenar. Sudor y más sudor. Calor. Lágrimas. Coraje en forma de jabs y uppercuts. Esquivando el dolor, sudando el hambre, sorteando la pobreza… Cuando los gobiernos se olvidan de uno. Cuando los golpes del alma duelen más que las heridas del cuerpo… sólo ahí, en el lado más oculto del corazón… descubrimos que donde crece el mal también crece lo que nos puede salvar.
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Africa 2005-2013
Heat, sun and illness… All I see is bodies roaming the Savannah in search of food, shelter and survival, but all there is, is stones and more stones.
Ten years have passed and thousands of patients. Ten, fifteen or thirty expeditions… I´ve lost count.
The countless wounded and disabled resemble beasts. Deathly African pathologies. Hours and hours of work in the operating room. Mutual suffering both alien and heartfelt fill the harsh, rocky and inhospitable plains.
Sands. Red. Covered in blood. Thick. Sweet and red.
And there it was, amidst a gazillion pages in the dictionary, the big, bold T of trauma.
Trauma: a lasting injury from a generally external mechanical agent. Emotional shock that causes lasting damage to the uncounscious. Negative emotion, strong and lasting impression.
Now I have discovered a new synonym. One that defines the emotions I continuously feel when I look into my Nikon journal.
Club feet, deformed, twisted and burned. Mutated arms. Rotting legs and exposed bone. Putrid air fills my lungs. Exposed membranes. Exploding tumors. Cleft lips. Everyone, everywhere crippled and maimed.
Whole regiments. Long days. Beautiful nights. Mosquitoes. Sick people. More mosquitoes. Wounded and disabled. Why would I come back? To Africa? To Togo? You ask absurd questions. I know. You know and He knows.
There are things in life that exist only because without them our lives wouldn´t be so fucking amazing. Live your life and live it well. Limitless. Without regrets. As our beloved Africa.
The real Africa; the one that hurts your throat as you try to swallow. The one made of pain, friendships, solidarity, and grief.
The Oasis. Africa. Six Letters. One after another. Ten years. One after another… Tic-Toc, Tic-Toc. Times flies. Life goes on.
You either lead your own life or sit back and let it pass right by you. The Africa that once seduced you from within, from the depths of your soul. We cannot deny it, we should not want to deny it. Let alone forget.
As someone much wiser once said, ¨Light breaks where no sun shines, where no sea rises, the waters of the heart push the tides. Where evil grows, is also the same place where that which saves us blooms¨.
Oasis… Full of joy… Hidden smiles… Pretty light.
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Nicaragua 2014
A mediados de abril de 2014, Nicaragua (especialmente Managua), sufrió un enjambre sísmico que alarmó a la población e hizo tambalear los cimientos de la capital y sus alrededores. El día 10 de abril fue su momento álgido con dos terremotos de magnitud 6.3 y 6.6 en la escala sismológica de Richter. Como consecuencia de ellos, la zona de Managua conocida como los “escombros”, el antiguo centro de la ciudad y ahora zona en la que habitaba gran cantidad de personas en edificios parcialmente destruidos desde el gran terremoto de 1972, se vio seriamente afectada por los temblores haciendo caer (o peligrar) los pocos edificios que aún quedaban en pie.
Este es el relato fotográfico de los últimos momentos de “vida” de aquellos edificios tan emblemáticos de la ciudad vieja y la intranquilidad de sus moradores antes de abandonarlos para siempre.
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Togo-Benin 2012
In Togo, inside of this beautiful unknown country is an enchanted valley where time stopped centuries ago. In Atakora Mountains. The home of Tamberma tribe. Traditional houses, fetishes, ancestral spirits, bows and arrows… pure nature.
Famous for its incredible two-story fortified huts (that have become a symbol of Togo), these two-storey fortresses known as “tankietas” or “tatas” were devised by the inhabitants of Atakora towards the eighteenth century to protect themselves from the slave raids of the warriors of the kingdom of Dahomey and from marauders and wild beasts. This area has been named a World Heritage Site by UNESCO.
Inside mud houses -their fortress- were found the victims. In need to protection, this people have been fighting against neighbouring tribes who received guns and supplies from Europeans. All this for one cause, slavery. They´ve had a single option: fight for freedom and peace…
Nowadays they live looking for balance. A perfect balance. Perfect for themselves and for the environment. Without too much contact that contaminates the soul… without distractions. Permanent serenity. Enjoying the family, the sun, the moon and the stars. Living with Mother Nature, protecting the environment, preserving their identity… seeking a permanent peace.
ver web exclusiva Somba. The Last Tribe
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Nicaragua 2004
Demasiado frecuente, demasiado prolongado, demasiado profundo.
Hay veces en las que la lucha por la supervivencia desafía los límites establecidos. El mar en su majestuosa, cruel y profunda inmensidad. Los héroes del abismo surcan las aguas sobre frágiles cayucos aferrados a sus precarios tanques de buceo y el arrojo de la necesidad. En soledad. Diez horas, a más de cien pies, doce días sin pausa cumpliendo su condena. Arrastrando su miseria por la pradera submarina. Alcohol y marihuana para mitigar los dolores de la enfermedad. Crack para el miedo controlar.
En tierra, las madres lloran por sus hijos devorados por la corriente, por sus vástagos presos del mal de las profundidades. Hay demasiados hogares marcados por la gran cruz de los lisiados.
Los muertos que hemos matado siguen estando muy vivos, en alguna parte del gran azul. En los dulces brazos de la Liwa Mairin, la mujer sirena. Allá en el fondo.
ver web exclusiva Liwa Mairin. The Sad Song of Mermaid