Los Hijos de la Ira
La Guerra Olvidada
Han pensado alguna vez a cuál de sus hijos estarían dispuestos a sacrificar?
La guerra en su más dura apariencia. Miles de rostros anónimos intentando sobrevivir en medio de ninguna parte. En el inhóspito desierto. Perdidos en la inmensidad de la nada.
Dolor, sufrimiento, hambre… muerte. Regimientos de refugiados que perdieron su hogar, su patria, en manos de la locura colectiva de los más cuerdos. Los muertos ya no tienen por qué llorar. Son todos el mismo. Su rigidez se repite cual estribillo de canción.
El día a día del no comer y el olvido es más duro de soportar que el sordo ruido de las bombas. Tras las explosiones no queda nada que recordar. Solo resistir.
Improvisadas tumbas pueblan las cálidas arenas. La música en la noche recuerda a los caídos por el odio entre hermanos. Las miradas tristes de los más indefensos, de sus vástagos, siguen preguntando el por qué. En todas partes.
Nunca he sabido qué responder a una tierna mirada ausente de lágrimas.